He elegido como primer tema «La Ansiedad en Nuestros Días» ¿Por qué? Pues sencillo, no es necesario ser un gran observador para darse cuenta que todos gran sector de la población andan ansiosos.

Confieso que desde la creación de este blog me sentí muy «ansioso» para empezar a «ser visto», que la gente comente y tantas otras cosas más que uno se puede imaginar. Es más, sentía emociones que aparentemente no me conducían a algo productivo. Sin embargo, esa situación me ayudó a hacer algo productivo y a plantearlo desde otro punto de vista: ¿Qué pasaría si la gente no anduviera ansiosa?

Recuerda que la ansiedad es una anticipación (reacción emocional) de un daño o desgracia futuros, que se acompaña de un sentimiento desagradable. Esta situación activa ciertos mecanismos del cuerpo que en un estado de relajación serían bastante difíciles de utilizar y así nos propulsa a realizar determinada actividad. Por ejemplo, si nos sentimos ansiosos por realizar el trabajo que nos mandó «el jefe» esta mañana, sin embargo aún estamos realizando «un pendiente», es probable que empecemos a estresarnos. Sin embargo cuando empecemos a hacer la actividad por la que nos sentíamos así, podremos realizarla de una manera más productiva e inclusive «única». Es decir, existe un nivel de ansiedad que se considera normal e incluso útil, se le denomina umbral emocional y permite mejorar el rendimiento de una actividad(1).

Ahora pues, la ansiedad también tiene su lado negativo. Si ésta se prolonga demasiado tiempo puede traer consigo trastornos de la ansiedad. Generalmente va de la mano con el estrés, y éste, por tiempo prolongado puede llevar a la enfermedad y en casos críticos hasta la muerte (esto último es muy raro). Otro punto a tener en cuenta es que la ansiedad está relacionada con el nervio vago (aquél que regula la actividad digestiva). Cuando la ansiedad está relacionada a algo atemorizante normalmente no nos da ganas de comer en ese momento. En cambio si está relacionado con algo que queremos hacer, llegar o lograr nos puede dar un falso estímulo de apetito. Más aún, cuando dejamos de comer, nos da ansiedad por querer comer y esa sensación de ansiedad nos da aún más sensación de desear comer y esto no tiene cuando parar sino hasta que mentalmente lo controlamos o «calmamos» la necesidad comiendo.

El mayor problema que puede traer la ansiedad es no controlarla, y dejar que ella nos controle. Las consecuencias de no controlar la ansiedad son: nerviosismo, tensión, estrés, sobrepeso o adelgazamiento excesivo, entre otros. Cualquiera de estas consecuencias llevadas al extremo pueden ser bastante perjudiciales para la salud.

¿Que hacer si nuestra ansiedad está enfocada de forma negativa?

1. Identifica la emoción ansiosa y qué cambios trae a tu cuerpo. Por ejemplo, sudoración, tembladera, aceleración del pulso cardíaco, hambre, etc.
2. Una vez identificada, cuando venga la sensación, cierra los ojos e inspira por la nariz y exhala por la boca contando desde 1 hasta 5 cada ciclo de inspiración y exhalación.
3. El paso anterior sirve para calmar las consecuencias fisiológicas de la emoción. Estando más tranquilos es más fácil controlar la ansiedad. Luego, pregúntate ¿qué me estoy perdiendo por andar ansioso?
4. Practicar seguido.

Si te resulta muy difícil, pídele a una persona de confianza que te ayude en el momento que sientas ansiedad para que puedas realizar los pasos 123.

Y recuerda, la capacidad de decidir es NUESTRO MAYOR REGALO.

Fuentes:

(1) http://revistasinvestigacion.unmsm.edu.pe/index.php/anales/article/view/4143/3303

(2) http://www.saludplena.com/index.php/ansiedad-sintomas-psicologicos/)

(3) http://www.lavidapositiva.com/tecnicas-de-control-de-estres/

(4) http://www.lacapital.com.ar/contenidos/2014/08/27/noticia_0031.html